A Gonzalo Bustamante le bastó un cuarto de hora para erigirse en el destacado de un Atlético que a esas alturas necesitaba una figura con desesperación. Ahogado por su inferioridad numérica, San Martín se había convertido en una raspadora pared de concreto, cuya única esperanza se dividía entre un contragolpe milagroso y el inexorable paso del tiempo para llegar a los penales.
La estrategia "santa" estuvo a un minuto y monedas de ser un éxito, pero fue entonces cuando el cordobés apareció para impedir la lotería: encaró por izquierda, enganchó para adentro y sacó un violento remate. Ojeda no pudo contener y César More convirtió en el 2 a 1. Sofocado el incidente que se produjo a continuación en la tribuna "santa", Bustamante apareció otra vez como un fantasma para definir un centro bajo de Cobelli.
"Por suerte entré en la posición que a mí más me gusta, cerca del área, y pude estar en dos de los tres goles. Hacer uno es algo hermoso y éste fue en un clásico, así que mi felicidad es doble", confesó el hombre de la noche.
Sin embargo, admitió que romper el candado sanmartiniano fue mucho más difícil de lo que se vio desde afuera. "Después nos dimos cuenta de que estábamos equivocando el camino. Cuando abrimos la cancha, llegaron los goles. Igual, en este tipo de partidos, que además de ser clásicos son eliminatorios, no hay que hacer mucho análisis: lo importante es ganar", cerró la cuestión.
Más allá de la complicación de Atlético para encontrarle el agujero al mate en el segundo tiempo, Bustamante afirmó que siempre fueron superiores. "No pudimos hacer notar la diferencia de velocidad, pero había diferencia entre un equipo y otro. En el uno a uno, Atlético siempre fue más. Quizás el resultado terminó siendo algo abultado porque los goles fueron sobre el final, pero creo que nadie puede negar que fuimos un justo ganador", puntualizó.
Que el abanico de goleadores se abra es otro saldo a favor que dejó el clásico para Atlético. "Está bueno que entre todos lo ayudemos al 'Pulga' arriba. Y también lo del 'Flaco' (Pereyra), que volvió y la metió. Ojalá siga con el arco abierto para el próximo partido", anheló "Gonza", que al mote de figura se lo sacó de encima sin miramientos: "no, para nada. Para mí la figura fue... mmm, ya sé: el equipo". Un crack.